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“Los que miraron a ÉL fueron alumbrados…” v.5 Lectura: Salmo 34:1 – 10
En un tiempo tan cambiante y lleno de incertidumbre, en cualquier actividad y pensamiento humano a veces nos sentimos confusos desanimados y preocupados pero debemos confiar en la gracia del Señor, Dios de todo amor, consolación y gracia.
¡Abre tus ojos y miraî. ìSu misericordia es nueva cada mañana!. Esta declaración es alentadora y nos fortalece saber que cada nuevo día la misericordia de Dios es nueva.
El Señor es eterno y Su amor nunca cambia, Su gracia y misericordia es eterna a través de Cristo. La gracia
de Dios es manifestada en Jesucristo.
Cuando creemos y aceptamos la salvación por gracia, sabemos que nunca es un don que recibimos por nuestro trabajo sino que el Señor nos señala el camino por donde caminar en el mundo.
El Señor nos da Su gracia para vivir y hacer la tarea que tenemos por delante cada día. Desde que comienza la jornada podemos descansar en la promesa del Señor para guiarnos, darnos sabiduría para vivir cada momento. Dios nos permite ver las maravillas de Su Palabra (observe el Salmo 119:18).
El creyente que vive cercano al Señor conocer· el amor y la presencia de Dios cada momento en su vida.
Aunque somos débiles nosotros tenemos la responsabilidad de disponer nuestra voluntad para gozar y mostrar la presencia del Señor en nuestras vidas. Palabras y actos hacia los que nos rodean, fortalecidos en el poder del Espíritu Santo que siempre esté con nosotros y dirige nuestra vida.
Es grande y maravilloso gozarnos en el Señor. ¡Dios de todo amor y gracia! renovándonos cada día.
Luisi López, España
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